Relación entre intimidación o acoso escolar y la autoestima en los estudiantes de educación secundaria de las instituciones educativa de la UGEL Nº 6 en el año 2013
Abstract
El problema del bullying o acoso escolar se caracterizó hasta hace poco, aun cuando ha estado presente históricamente en las relaciones entre educandos, tanto al interior de las escuelas, como por fuera de ellas; de acuerdo con esto, “el interés social y mediático en este tema se explica porque afecta a todos los implicados (agresores, víctimas u observadores), además de que tiene efectos en la autoestima y el proyecto de vida de cada uno de los perjudicados” (Figueroa, 2010, p. 7). La falta de recursos para contenerlo y prevenirlo ha hecho del bullying una actividad a menudo “oculta”, evadida, tolerada o silenciada en muchas instituciones, factor que “motiva y refuerza” en los agresores la continuidad de sus ataques, tanto en estos espacios, como en otros territorios de socialización y encuentro. Ha generado estudios, reflexiones o reacciones en el ámbito académico y en las instancias oficiales, los cuales están caracterizados por tener una escasa trascendencia y dificultades en la articulación de programas preventivos y propuestas de intervención eficaces. En general, las investigaciones encaminan sus esfuerzos a la comprensión, análisis y generación de estrategias para prevenir, contener o interrumpir esta actividad en las instituciones educativas, factor que es apuntalado a razón de “la consistencia de los resultados de las investigaciones en cuanto a las consecuencias negativas sobre la salud y bienestar emocional de aquellos y aquellas que son repetidamente blanco de agresiones por parte de sus propios compañeros y compañeras de colegio” (Paredes et al., 2008, p. 2).
Muchos de los actos violentos entre niños pueden incluirse dentro de las características referidas al “acoso escolar”, y son frecuentemente considerados como parte de la experiencia e integración de los menores en los colegios, llegando a normalizar la violencia entre pares. En consecuencia, las manifestaciones agresivas pueden ser explicadas por los padres de familia como una lección anticipada de la vida, una muestra de masculinidad, territorialidad o integración a los grupos, por lo que el niño tendría que aprender a resistir, defenderse, hacerse respetar o, incluso, devolver un golpe, para sentir que participa del proceso de socialización secundaria, ingresando rápidamente a dinámicas conflictivas de connotación violenta (Martiña, 2007): “La socialización es el proceso a través del cual una determinada sociedad u orden social logra pervivir y reproducirse, transmitiendo a los nuevos miembros aquellas normas y principios necesarios para la continuidad del sistema” (Baró, 1988, p. 114). Por ello, se debe evitar que este comportamiento se convierta en un elemento estructural de las relaciones familiares o escolares, puesto que “en la hostilidad se interceptan distintas esferas de la vida social, personal, comunitaria y política” (Melgar, 2010, p. 18).
La agresividad en los niños y niñas es un problema que afecta los vínculos y redes sociales, la convivencia normal de las familias, los grupos de pares y la actividad escolar, llegando a propiciar en agredidos y agresores conductas de riesgo para la salud física y mental.
De acuerdo con lo expuesto, es necesario sensibilizar y concientizar a la sociedad y a la comunidad educativa, teniendo en cuenta que “la violencia es algo inherente al ser humano. Es el juego de dominar y ser dominado. Esto ha existido desde siempre” (Clériga, citado en Ruiz García, 2010, p. 9), pero que “las relaciones sociales […] se fundan en el amor, es decir, aquellas en las que el otro surge como legitimo otro en convivencia con uno” (Maturana, 1991, p. 82).
Estos hechos no llevarona a realizar el presente trabajo, que es de tipo descriptivo correlacional de las variables específicas de relación entre intimidación y maltrato entre iguales (bullying) y la autoestima en los estudiantes de educación secundaria de las instituciones educativa de la UGEL Nº 6, y como variable de control estudiantes del primero al quinto año de secundaria con características similares en el nivel socioeconómico y de ambos sexos.
La muestra poblacional se tomó de la UGEL N° 06, .con ocho instituciones educativas. De cada institución educativa se tomo 10 estudiantes por grado, (del Primero al Quinto grado), que hacen un total de 50 estudiantes; esto multiplicado por siete instituciones educativas hacen un total de 490; en la institución educativa AkiraKato, excepcionalmente se tomó una muestra de 39 estudiantes, totalizando así una muestra poblacional de 529 estudiantes. Para seleccionar la muestra se tomo El tipo de muestra es estratificada al azar.
La formulación del problema de investigación estuvo centrada en: ¿Existe relación significativa entre la intimidación y maltrato entre iguales (bullying) y la autoestima en los estudiantes de educación secundaria de las instituciones educativa de la UGEL Nº 06?
Nuestro objetivo de trabajo es establecer la relación que existe entre la intimidación y maltrato entre iguales (bullying) y la autoestima en los estudiantes de educación secundaria de las instituciones educativa de la UGEL Nº 06.
Nuestra Hipótesis Central, estuvo centrada en establecer si existe relación significativa entre intimidación o acoso escolar (bullying) y la autoestima en los alumnos de educación secundaria de las instituciones educativa de la UGEL Nº 05 y 06.Para el análisis estadístico se empleó el Coeficiente de correlación de Pesaron y para la recolección de datos se empleó los instrumentos siguientes: El Autotest Cisneros De Acoso Escolar y La Escala De Autoestima De CoopersmithVersión Escolar
Según las informaciones obtenidas de manera parcial; encontramos resultados significativos de inconductas que se presentan en los centros educativos trabajados y que ameritan realizar trabajos para revertir las inconductas existentes.